El féretro con los restos de la reina Isabel II llegó en la noche de este martes al palacio de Buckingham procedente de Edimburgo, en Escocia.
El ataúd de la monarca fallecida el pasado 8 de septiembre fue trasladado en avión desde la ciudad escocesa a un aeropuerto militar situado en el oeste de Londres.
Desde allí, con miles de personas alineadas en casi cada parte del recorrido, el coche fúnebre se dirigió al palacio en el centro de la capital británica.
Se escuchó una gran ovación cuando el automóvil pasó junto a los que esperaban a las puertas del palacio.
Junto al rey Carlos III y su esposa Camila, los príncipes William y Harry y otros miembros de la familia real recibieron los restos de la monarca.
El rey y la reina consorte abandonaron el palacio de Buckingham después de presenciar la llegada del ataúd.
Los restos de la reina reposarán en el palacio durante la noche para ser llevados en procesión hacia la Abadía de Westminster este miércoles.
El féretro permanecerá allí hasta la mañana del próximo lunes, día en que se celebrará el funeral.
Se espera que más de 400.000 personas pasen a ofrecer sus respetos a la fallecida monarca, aunque se ha advertido a los ciudadanos que deberán hacer largas colas.
La procesión al palacio de Buckingham marca una de las etapas finales de un viaje solemne que comenzó el domingo en el castillo de Balmoral, en Escocia, donde murió Isabel II el jueves pasado a los 96 años.
Miles presentaron sus respetos mientras la reina descansaba en la catedral de St Giles, en Edimburgo durante la noche del lunes.